Las cosas, no suceden por que sí. Las casualidades no existen.
No te conocí por casualidad, ni a el tampoco, la verdad es que el apareció en el momento mas oportuno y no por casualidad.
Tu puedes seguir ahí pasmado sin hacer nada, yo ya me cansé, no voy a negar que no me gustes, porque te mentiría, pero es que el, al menos no es mi amigo y con el no tengo nada que perder.
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